COMENTAD Y OPINAD AUNQUE SEA MAL

Ya he conseguido instalar un contador de visitas pero os sigo animando a que hagáis comentarios y sugerencias directamente o, si tenéis problemas de acceso, en mi correo gustavomoratalla@gmail.com
Y no perderos las dos fotos semanales que aparecen al final de este blog.

domingo, 30 de marzo de 2008

II SUBIDA A LA CASA DE CRISTO

Durante ayer sábado y hoy domingo se ha celebrado la II SUBIDA A LA CASA DE CRISTO, prueba puntuable para el Campeonato Nacional Automovilístico de Montaña.
Las fotos son de esta mañana.
Finalmente, las Clasificaciones han quedado así:
Fase A. Sábado.
1 Fombona Audi A4 2:39:845
2 Borreguero Audi A4 2:43:255
3 Gallardo Audi A4 2:46:190
4 Aznar Audi A4 2:48:101
5 Flores Peugeot 206WRC 2:49:244
Fase B. Domingo.
1 Flores Peugeot 206WRC 2:40:972
2 Borreguero Audi A4 2:41:527
3 Aznar Audi A4 2:44:671
4 Gallardo Audi A4 2:45:226
5 Jesús Fernández Audi A4 2:45:525
(Datos obtenidos en www.rallyeweb.com)

NAVEGAR. Manuel Vicent.

Ya os he anunciado mi blog exclusivo para las columnas de Manuel Vicent pero he preferido traer aquí la que ha escrito hoy porque, por primera vez desde hace muchos años, que yo recuerde, se muestra claramente conciliador entre las ideologías de derecha e izquierda.
Navegar MANUEL VICENT 30/03/2008
Hace muchos años, cuando estaba atrapado aún por sensaciones juveniles e ideas abstractas, creía que la derecha era en sí misma retrograda, inculta y egoísta; por el contrario, la izquierda me parecía siempre imaginativa, inteligente y solidaria. Con el tiempo me llevé una sorpresa al constatar que, al margen de la caspa del franquismo, había individuos generosos, de pensamiento muy fino que eran conservadores y algunos revolucionarios que eran cerrados de mollera y esquinados. Desde entonces aprendí a juzgar a las personas una a una, según sus actos. Cualquier principio político siempre es divisible por dos. Derecha e izquierda son actitudes frente al mundo, dos formas de navegar. Si los atributos de un barco se aplicaran a la ideología, la derecha podría ser asimilada al amarre y la izquierda a la vela o al motor. La derecha posee un sentido pesimista de la historia y de la naturaleza humana; en cambio la izquierda suele mostrar siempre una actitud optimista ante el futuro. El pesimismo es pragmático. El optimismo es creativo. Si se aplicaran a la política las normas de la navegación, ambas actitudes tendrían sus ventajas e inconvenientes en cada momento, según fuera el estado del mar o de la coyuntura social. La primera virtud del buen navegante, como la del buen político, es ser precavido. La diferencia entre la fuerza monstruosa del mar y el arrojo de un simple mortal es tan grande que desafiarla directamente es lo más ridículo que puede hacer el ser humano. Bastan dos segundos para que el abismo se te trague entero y sólo uno para que te olvide. La cautela es la elegancia del marino. El recelo ante la historia es la sabiduría del político. Pero no se sabe qué actitud es más estúpida, si mantener por sistema el barco amarrado a un muerto, ese bloque de cemento que duerme en el fondo de la dársena, o lanzarse por la bocana del puerto a navegar alegremente en busca del horizonte pensando que si te sorprende el temporal tarde o temprano volverá a escampar. Ante la próxima legislatura la mayoría de este país sueña con que se produzca este fenómeno de la navegación: que el gobierno lo ocupen políticos inteligentes y que en la oposición se sienten futuros líderes de la derecha modernos, abiertos y moderados. Un milagro.

sábado, 29 de marzo de 2008

FOTOS EN LA MAÑANA DEL ENTIERRO DE LA SARDINA

Mi afición a la fotografía se justifica cuando se consiguen fotos que hablan por sí mismas. Estas cuatro, de hoy mismo en Murcia, pueden servir como resumen y testimonio del ambiente. El ratón Mickey se intenta ganar la vida vendiendo globos porque los niños y niñas pasan de él jugando en la consola -por separado- cómodamente sentados en el duro suelo de la Plaza de Romea. El arte también anda tirado por los suelos y unas manos suplicantes consiguen del Sardinero el preciado trofeo de un pito de plástico que basta para hacer felices a unas muchachas en flor.

jueves, 27 de marzo de 2008

INVITACIÓN A MI BLOG SOBRE MANUEL VICENT

No he metido nada nuevo en varios días pero no me he estado quieto. He creado otro blog donde me he propuesto recoger todas las columnas que Manuel Vicent ha venido escribiendo semanalmente en EL PAIS desde 1981. Ya llevo 191. Siento que no estén ordenadas cronológicamente pero sí aparece la fecha de publicación de cada una.
Mi admiración por este autor queda justificada si confieso que, durante doce años, he venido comprando el periódico cada domingo sólo por recortar y coleccionar sus columnas, que guardo como un tesoro.
Podéis también meter comentarios, por supuesto.
Pues eso, que os invito a visitar ese blog:
http://www.columnasmanuelvicent.blogspot.com/ o bien podéis acceder directamente desde este blog si entráis en "mi perfil" y picáis en el blog "Manuel Vicent".

martes, 18 de marzo de 2008

COSAS QUE HACER EN SEMANA SANTA. Forges

Mi admirado Forges se ha dejado caer estos cinco chistes en EL PAIS del 17 al 21 de este mes.
Hablan por sí solos, como siempre, convirtiéndose en el testimonio de las estupideces en que estamos inmersos.

domingo, 16 de marzo de 2008

PASARSE TRES PUEBLOS

Ya es mala leche por parte de la DGT. Podían haber puesto esta señal a la entrada del primer pueblo y contribuir al ahorro energético. País de locos...

MISTERIOS DEL SEXO PARA LA INFANCIA

Ahora recuerdo mis investigaciones en el diccionario de mi infancia. PUTA:RAMERA. Qué segundos más inquietantes durante la búsqueda y qué decepción al caer mi gozo en el pozo de la evidencia: RAMERA:PUTA. El diccionario de mi adolescencia ya era más explícito. PUTA: Mujer que comercia con su cuerpo. Cómo volaba mi fantasía imaginando las partes del cuerpo que este tipo de mujeres sacaba al mercado. Y seguimos preguntándonos por qué ahora los niños no tienen tanta imaginación...

CEREZOS. Manuel Vicent

MANUEL VICENT Cerezos 16/03/2008 Desde tiempos muy remotos en Japón la floración de los cerezos se celebra como un gran acontecimiento espiritual. Es la fiesta del hanami. Llegado el momento los medios de comunicación la incluyen en el parte meteorológico como un fenómeno más de la naturaleza y la señalan por regiones con un puntero sobre el mapa. Oleadas de gente se concentran en el campo y en los parques para comer, bailar y amarse bajo estas flores efímeras cuya belleza y brevedad constituye el símbolo de los días más felices de una vida. Hasta hace poco en nuestro país los cerezos florecían a su aire al llegar la primavera. Algunos valles se cubrían de flores rosas y blancas, que sustituían a la nieve cuando empezaba el deshielo y éste era un suceso casi secreto, que sólo conocían los campesinos del lugar y degustaban las abejas. De un tiempo a esta parte, la floración de los cerezos se ha convertido también aquí en objeto de degustación colectiva. Dentro de unos días en las carreteras del valle del Jerte se va a producir un gran atasco de coches. El conductor despistado podrá pensar que se debe a un grave accidente que ha sucedido varios kilómetros más adelante, pero llegado al punto crucial no verá ambulancias, ni automóviles aplastados ni cadáveres en la cuneta tapados con plásticos, sino un millón de cerezos que han florecido de forma explosiva y simultánea. Hasta hace poco éste era un espectáculo sólo para iniciados en la espiritualidad oriental, la cual establece que para sanar no existe mejor milagro que el de la primavera. Sorprenderse vivo en medio de este esplendor en la soledad del valle, es lo más parecido a la inmortalidad. Pero hoy esa experiencia ya es turística. Ir a ver flores es una nueva meta de peregrinación. Este año, en medio de Semana Santa, florecerán los cerezos en los valles propicios y habrá que elegir entre presenciar el paso de vírgenes llorosas y cristos llagados de las procesiones o extasiarse ante este prodigio de la naturaleza. La primavera es también una línea de resistencia moral en el combate contra la iniquidad. El hecho de que un formidable atasco en la carretera se deba, no a la muerte, sino al breve milagro de los cerezos en flor, por un momento puede purificar a la sociedad de algunas de sus miserias.

sábado, 15 de marzo de 2008

RESURRECCIÓN DE LA CODORNIZ Y HUMOR ÁCIDO DE MAXI-EUREKA

En una de mis azarosas navegaciones por la red, he descubierto la resurrección de la mítica revista LA CODORNIZ -ahora www.lakodorniz.com- subtitulada en la dictadura franquista como "La revista más audaz para el lector más inteligente" y ahora "Humor extremo para personas moderadas". Aunque sabemos que "nunca segundas partes fueron buenas", admito sin reservas que esta versión en línea es digna sucesora de aquella impresa. En un primer repaso, me he visto gratamente sorprendido por un humorista gráfico cuyo humor ácido me ha devuelto el antiguo espíritu de aquella publicación. Se trata del albacetense Maximino Soriano, que firma como MAXI-EUREKA. He seleccionado seis de sus chistes pero os aconsejo que busquéis más porque nada escapa al filo de su guadaña. Gracias, Maxi.
(Os recuerdo que hay que picar dentro de cada viñeta para evitar la ceguera prematura).

miércoles, 12 de marzo de 2008

JUEGO REAL COMO LA VIDA MISMA

Si quieres jugar gratis, no tienes más que iniciar cualquier papeleo en cualquier organismo público.

martes, 11 de marzo de 2008

PUBLICIDAD CREATIVA

Me acaban de enviar este vídeo como ganador, en el apartado de publicidad, en Cannes. No he comprobado si es verdad lo del premio pero, en cualquier caso, es muy original. Entre tanta telebasura, resulta paradójico que la creatividad se haya tenido que refugiar en los anuncios.

lunes, 10 de marzo de 2008

EL HUMOR GRÁFICO DEL DÍA DESPUÉS

En un día como hoy, después del empacho electoral de cifras y cábalas, no está mal hacer un repaso por algunos de nuestros mejores humoristas gráficos.
(Pica dentro de las viñetas si no quieres que se te salgan los ojos de las órbitas).

domingo, 9 de marzo de 2008

UN MÉTODO PARA APRENDER ODIO. Manuel Alcántara

Los crímenes de la gente que no sirve para otra cosa nos dejan, al menos por unos momentos, inservible parte del corazón. El primer impulso que sentimos es el de la venganza, que quizá sea cierto eso de que se come fría, pero tampoco sabe mal si está calentita, o al baño María. El abyecto asesinato del ex concejal socialista de Mondragón nos ha hecho peores a muchos. Personas que hemos repudiado siempre la barbarie que supone la pena de muerte, considerándola como lo que es, un asesinato legal, hemos sentido tambalearse nuestra firme conciencia. Por unos convulsos instantes nos hemos acordado de lo que decía alguien que transformó su criterio exigiendo que la suprimieran, en primer lugar, los señores criminales. La verdad es que no somos ángeles. Esa alada estirpe condesciende a habitar entre nosotros –incluso han desertado los ángeles de la guarda- y ante un abominable crimen siempre hay algo en nuestra naturaleza que solicita un castigo definitivo. La única ventaja de la llamada pena máxima es que no permite reincidentes, pero pasado el primer impulso, nos damos cuenta de que no constituye un argumento. Borges decía que si fuera lícito asesinar a un asesino también lo sería comerse a un caníbal. Los familiares de la joven marroquí apuñalada en Granada están pidiendo la pena de muerte para el autor. Muchos españoles verían con gusto que se aplicara idéntica medida al asesino del ex concejal de Mondragón. Cuando corre la sangre nos hace peores a todos, incluidos a los que nos salpica. Vivir es irse construyendo una conciencia y cuando creíamos que la edificación estaba algo avanzada, emerge de ella el odio. Esa es la victoria del terrorismo: no pueden contagiarnos sus móviles, pero a veces puede contagiarnos sus procedimientos. Durante algunas horas casi todos hemos sido peor de lo que somos.
(La Verdad. 09-03-08)

LA MUJER DEL CHÁNDAL GRIS. Arturo Pérez Reverte.

Lo malo que tiene esto de montártelo de gruñón cada domingo es que, de pronto, estás sentado observando a la gente en una terraza de la plaza mayor de Gomorra, o de Sodoma, o de donde sea, tomándote una caña mientras miras hacia arriba con sonrisilla atravesada, esperando que empiece a llover napalm, y de pronto pasan un Lot o un justo cualquiera y, en plan aguafiestas, te fastidian el espectáculo. Eso, más o menos, fue lo que me ocurrió hace un par de días, cuando estaba en la plaza de España de Madrid, antigua montaña del Príncipe Pío, intentando situar con un amigo el sitio exacto donde, a las cuatro de la madrugada de un 3 de mayo, los marinos de la Guardia Imperial gabacha le dieron matarile a cuarenta y tres madrileños. Estaba en eso, como digo, parado al sol –hacía un frío del carajo– mirando el paisaje y queriendo adivinar, bajo éste, las referencias urbanas y el punto de vista donde Goya se situó, y nos situó a los espectadores, para pintar su cuadro.
En ésas veo llegar ante un semáforo, cuyo paso de peatones está a punto de pasar a rojo, a un ancianete tembloroso que caminando con dificultad, apresurado, inicia el cruce con pasitos tan cortos que nunca lo llevarán al otro lado antes de que los automóviles se le echen encima. Por un momento considero interrumpir la conversación y socorrer al abuelo; pero me encuentro relativamente lejos y comprendo que no llegaría a tiempo –tampoco es cosa de salir corriendo descamisado como Clark Kent–, que las ocho o diez personas que hay a un lado y a otro del paso de peatones tampoco van a mover un dedo, y que el osado vejete tendrá que valerse con el único recurso de su baraka, carambola o no carambola, y la humanidad de los conductores –pocas veces excesiva en Madrid– que lo dejen cruzar, o no, antes de ir a lo suyo.
Entonces llega el aguafiestas. El semáforo de peatones acaba de pasar a rojo, y yo tengo preparado un hijos de la gran puta mental en obsequio de quienes miran, impasibles, cómo el abuelo intrépido está a punto de convertirse en escabeche de jubilata. En ese momento, del grupo parado en el lado opuesto de la calle se adelanta una mujer menuda, de pelo negro, vestida con un chándal gris y zapatillas deportivas, que lleva una bolsa del Corte Inglés en una mano. Dirigiéndose al encuentro del abuelo, esa mujer lo toma por el brazo; y luego, haciendo ademanes en solicitud de paciencia a los conductores, lo acompaña hasta dejarlo a salvo en la acera, ante las miradas indiferentes de cuantos allí aguardan sin inmutarse. Pero lo que me llama la atención no es el episodio en sí, sino la extraordinaria ternura, el afecto insólito y dulce con que esa mujer ha cogido del brazo al vejete desconocido para conducirlo, tranquila y paciente –parecía tener todo el tiempo del mundo, y ponerlo a disposición del anciano–, hasta dejarlo a salvo.
La mujer ha vuelto a su acera, donde, mientras el abuelo se aleja, espera a que el semáforo de peatones cambie de nuevo a verde. Cruza entonces, con los otros peatones. Puedo observarla mejor cuando pasa por mi lado, y entonces advierto un par de cosas. El chándal gris se ve ajado, modesto. Ella debe de tener treinta y tantos años y es –me lo había parecido de lejos, pero no estaba seguro– una inmigrante sudamericana, bajita y morena, con cara de india sin gota de sangre española y el pelo largo, muy negro y brillante. Procede, sin duda, de un país de ésos donde la miseria y el dolor son tan naturales como la vida y la muerte. Donde el sufrimiento –eso pienso viéndola alejarse– no es algo que los seres humanos consideran extraordinario y lejano, sino que forma parte diaria de la existencia, y como tal se asume y afronta: lugares alejados de la mano de Dios, donde un anciano indefenso es todavía alguien a respetar, pues su imagen cansada contiene, a fin de cuentas, el retrato futuro de uno mismo. Lugares donde la vejez, el dolor, la muerte, no se disimulan, como aquí, maquillados tras los eufemismos y los biombos. Sitios, en suma, donde la vida bulle como siempre lo hizo, la solidaridad entre desgraciados sigue siendo mecanismo de supervivencia, y la gente, curtida en el infortunio, lúcida a la fuerza, se mira a los ojos lo mismo para matarse –la vida es dura y no hay ángeles, sino carne mortal– que para amarse o ayudarse entre sí.
Por eso, concluyo viendo alejarse a la emigrante con su arrugada bolsa del Corte Inglés y su ajado chándal gris, esa mujer acaba de ayudar al abuelete: por puro instinto, sin razonar ni esperar nada a cambio. Por impulso natural, supongo. Automático. Acaba de llegar a España, y ningún sufrimiento le es aún ajeno. Todavía no ha olvidado el sentido de la palabra caridad.
(Del Suplemento XLSemanal de EL PAIS. 9-15 Marzo de 2008)

jueves, 6 de marzo de 2008

SIEMPRE FORGES

Mi querido Forges, como siempre, no necesita comentarios.

FOTOS PARA CAMAREROS DEL SALÓN CAROL

Ahí lleváis las fotos que os prometí, impacientes. Siento que no estén perfectamente enfocadas pero, cuando se cambia de herramienta, ya se sabe... La próxima vez saldrán mejor, seguro.
Si pincháis dentro de cada foto, podréis verlas en tamaño más grande y descolgarlas pulsando el botón derecho del ratón -el del ordenador, malpensados-.

martes, 4 de marzo de 2008

AGRADECIMIENTO Y TIRÓN DE OREJAS A DON RAMÓN LUIS VALCÁRCEL, PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MURCIA

Estimado Sr. Con el debido respeto, paso a manifestarle mi agradecimiento por seleccionar un breve poema mío para cerrar el PREGÓN OFICIAL de las XXIII JORNADAS NACIONALES DE EXALTACIÓN DEL TAMBOR Y EL BOMBO, pronunciado por usted el día 29 de Febrero ppdo. en el Teatro Trieta de Moratalla... pero omitió mi nombre con lo que ya, compréndalo, no puedo estar de acuerdo porque quien no conociera el poema puede pensar que es usted su autor. El poema dice así: El tambor...
¡caja de trueno!
Y el palillo...
¡un relámpago de brillo en el puño nazareno! Y el redoble...
¡la tormenta
en la que llueven los besos de la piel y la madera!
Pues eso, que soy el autor de este poema, como se puede comprobar en el libro "El tambor en la Semana Santa de Moratalla", publicado por la Tertulia Cultural Hisn Muratalla, donde figura. Atentamente, Gustavo Romera Marcos.